miércoles, 8 de septiembre de 2021

Tómbola, de Carlos Eduardo Silva

“¿Qué sabe la madera del mar que no se hunde?”


- Rubén Ramos


Sobre la arena despido píldoras de sangre

y los cangrejos hacen esferas con mi nombre.

El mar se interrumpe y yo no entiendo por qué.

¿Qué sabrá el agua sobre sí que intenta multiplicarse

en esta playa que a lo largo de la costa se divide?

Corren, entonces, mis tripas como bolas de nieve

que los niños se lanzan entre sí

y la distancia dibuja su calendario en la huella de la marea;

pero la marea no tiene consciencia del tiempo

y hace del olvido su caligrafía.

Siguen viajando mis nombres cuesta abajo bajo el sol.

Se abren paso en el entierro constante de la arena

y luchan contra el viento para cantar sus vidas.

Ninguno parece saber nada sobre el mar:

una vez la marea les extiende su abrazo

alcanzan, por su propio peso, la rigidez del pasado.